Actualmente vivimos en un mundo donde la información es abundante. Tal vez demasiado abundante. Cualquiera que no sepa mucho sobre Internet puede verse abrumado por la cantidad de información y casi literalmente ahogarse en ella. Ante esta situación aparece algo que debería tener en cuenta cualquier usuario de la red: la curación de contenidos (content curation).
Se basa en buscar, encontrar y seleccionar los contenidos e informaciones
relevantes para distribuirlos de forma segmentada en una organización o
colectivo.
El concepto no es nuevo, aunque se empezó a usar ahora, primero por las empresas de marketing y luego expandiéndose a más campos.
Este proceso sigue estos pasos:
- Buscar y recuperar información: recopilación de datos de diferentes fuentes.
- Filtrar: escoger solo la información que nos interese.
- Revalorizar: añadir nuestro contenido, con más datos, crítica, valoración personal...
- Agrupar: utilizar etiquetas para organizar el contenido y que sea fácilmente localizable.
- Compartir con otros usuarios.
Para facilitar este trabajo podemos utilizar varias herramientas:
- Buffer: nos permite conectar varias cuentas en diferentes redes sociales y elegir en cuales vamos a publicar algo, incluso a que hora.
- Flipboard, Feedly, Pocket: nos permiten leer noticias, artículos... de diferentes redes sociales en una misma página.
Hay que tener claro lo que no es la curación de contenidos: las personas que buscan información como ayuda no significa que estén curando contenidos.
Más información sobre el tema: ¿Qué es la curación de contenidos?
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